El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, afirmó que por la situación de ahogo financiero que tiene el distrito que es gobernado por Axel Kicillof no puede llenar el tanque de nafta de los patrulleros. “Tengo la mitad de combustible para ponerle a los móviles”, afirmó en CNN Radio.
“La provincia de Buenos Aires está en una situación de ahogo financiero porque hay un montón de fondos de financiamientos coparticipables. La nafta en un mes aumentó un 70% y hoy tengo la mitad de combustible para ponerle a los móviles. Tenemos que aumentar partidas en cientos de millones de pesos para mantener el mismo combustible que estamos corriendo. No es lo mismo tener la nafta a $1300 que a $300″, afirmó Alonso.
A su vez destacó que si la provincia de Buenos Aires es ahogada financieramente con un presupuesto público, difícilmente puedan llegar a cubrir los costos”. “La seguridad siempre fue una prioridad para nuestro gobierno”, agregó.
Sobre el protocolo antipiquetes que empezó a poner en práctica el Ministerio de Seguridad de la Nación, el responsable de seguridad bonaerense señaló: “Hay muchas diferencias entre Patricia Bullrich y yo. Tenemos que encontrar los puntos de acuerdo porque los ciudadanos necesitan soluciones urgentes”.
“Los piquetes en la provincia de Buenos Aires no son un problema urgente. Entiendo que puedan ser un problema los piquetes en la 9 de Julio. Nosotros en cuatro años resolvimos los piquetes con nuestra forma de trabajo, articulando con los fiscales provinciales y federales”, dijo Alonso. En el mismo sentido, el ministro de Seguridad bonaerense remarcó que en la ciudad de Buenos Aires tienen gran cantidad de policías para resolver los piquetes. “Ojalá yo tuviera esa cantidad para poder controlar la violencia y el narcotráfico. No puedo juntar dos mil policías para controlar mil manifestantes”, señaló Alonso.
Sobre el proyecto de baja de imputabilidad que propuso el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, Javier Alonso expresó: “Creo que si discutimos la edad estamos mirando el problema por un agujerito chiquitito. Nosotros aprehendemos a 40 mil menores por año, de los cuales 1300 tienen 16 años y tienen una medida de un juez. 500 van a institutos de menores; 400 reciben una pulsera o un control semanal y otros 400 son devueltos a sus padres. Los restantes 38.700 ni siquiera ven a un fiscal porque los devuelven a sus casas. Hay pibes con 12 años que tienen armas de fuego”.
LA NACION