En general aliado y casi admirador de Lali Espósito tanto de su carrera profesional como de sus fuertes posiciones personales, Angel de Brito sorprendió esta vez con una impiadosa crítica contra la artista que coincide con el punto más caliente de su feroz pelea con el presidente Javier Milei.
De Brito no sólo es líder en la tele. También maneja como nadie las redes sociales: es capaz de reírse de si mismo, de observar actitudes de un colega, de pedir que le aconsejes series o películas, de contar el chimento más caliente de todos, de anticipar lo que sucederá en LAM o, como en este caso, de seleccionar preguntas de sus seguidores, que se cuentan de a millones, y responderlas sin ataduras ni complejos.
En Instagram, hace unas horas, el conductor de chimentos más visto y leído del país se entregó a una nueva edición de su clásica sección de preguntas y respuestas. Uno de los internautas quiso saber el motivo de la larga ausencia de Lali Espósito en el programa que conduce todas las noches en América, y la contestación asombró por su crudeza.
“Nunca quiso venir” respondió De Brito, pero su frase siguiente fue más demoledora aun ya que englobó a más cantantes, actrices y modelos de la “generación Lali”. “Somos muy poco para algunos artistas. Prefieren los streamings que están de moda o donde los mandan las discográficas”.
LA IMPIADOSA Y SORPRESIVA CRITICA DE ANGEL DE BRITO CONTRA LALI ESPOSITO
De Brito, además, se quejó abiertamente de que tanto la morocha como la enorme mayoría de sus colegas de escenario “en la Argentina no hacen notas, pero en el exterior pasean por todos los programas”, algo que queda muy en evidencia cuando desembarcan en España, por ejemplo.
La inesperada declaración de “Angelito” lo convirtió en blanco de los dardos de los seguidores de Lali, que ya venían entrenados en la batalla verbal luego de cruzar acusaciones muy pesadas contra los fanáticos libertarios que avalan el accionar del primer mandatario Javier Milei. Un poco cansado del hostigamiento, el periodista reapareció en sus perfiles virtuales para acusar a la muchachada “lalera” de carecer de “capacidad de entendimiento” de los mensajes que escribe. Ahora que se agarre.
