Hacer cambios hacia un estilo de vida más saludable no tiene por qué significar seguir dietas estrictas y obsesionarse por usar un talle menos de ropa. Sentirse mejor, con más energía y mantenerse saludable durante todo el año es el objetivo principal.
La palabra desintoxicación a menudo se asocia con dietas extremas que prometen una rápida pérdida de peso, un cabello, piel y uñas renovados, energía ilimitada, reducción de la celulitis y un sistema inmunológico mejorado.
Sin embargo, el cuerpo tiene un proceso de desintoxicación incorporado que es capaz de controlar y eliminar del organismo sustancias contaminantes, productos químicos sintéticos, metales pesados y compuestos potencialmente dañinos como el alcohol.
Nuestros cuerpos están bien equipados para gestionar las toxinas y los productos de desecho
Órganos como la piel, el hígado, los riñones y el intestino desempeñan un papel en la desintoxicación. Esto significa que si nos excedemos (por ejemplo, tomamos una o dos copas de más), el cuerpo, en este caso el hígado, trabaja para descomponer el alcohol en productos que los riñones puedan eliminar de forma segura.
Sin embargo, podemos tomar algunas medidas para ayudar a que la desintoxicación natural que promueve el organismo sea más efectiva.
¿Qué alimentos debemos consumir?
Una buena técnica para lograrlo es recurrir a la huerta y probar la técnica del arcoíris, que consiste en consumir alimentos coloridos, como las frutas, nueces, el chocolate amargo y el té verde, que son ricos en compuestos vegetales (polifenoles) y fibra y desempeñan un papel beneficioso para nuestra salud.
Comer una cantidad abundante de estos alimentos con regularidad puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades y favorecer la capacidad natural del organismo para desintoxicarse bien.
Estos alimentos también colaboran con la salud del intestino y las bacterias beneficiosas que viven allí. La salud intestinal juega un papel importante en la eliminación de productos de desecho y en el mantenimiento de la salud inmunológica.