Seguramente, para Javier Milei se trata del escenario menos pensado. Varios de los economistas que más respeta y fueron referencia en su carrera profesional, hoy aparecen como los críticos más ácidos de su administración.
Domingo Cavallo, Roque Fernández y Carlos Rodríguez, los economistas que encabezaron el plan de convertibilidad, durante buena parte de la década del ‘90, y que para el actual Presidente son referentes históricos, hoy en día aparecen como críticos del programa económico.
Cavallo, López Murphy y Broda cuestionan el plan Caputo
Miguel Ángel Broda, en aquel momento, aparecía como el máximo referente de la City y mantenía un férreo respaldo a la política económica.
Dicen, básicamente, que así como están las cosas, la dinámica económica empeorará. Milei debe hacer un service urgente al plan, si no quiere chocar la economía, argumentan.
La tensión entre ambas visiones se da en un momento muy particular: los mercados financieros festejan las señales que el Gobierno da en materia de macroeconomía. Sobre todo el ordenamiento de las cuentas fiscales en un tiempo récord. Algo que el jefe de Estado destacó durante la cadena nacional en la noche del lunes.
Justamente, semejante escalada de los activos financieros no se veía desde hace un par de décadas, cuando la Argentina aparecía como el país más mimado de Occidente por los cambios estructurales que lideraba Carlos Menem y los economistas que hoy critican la política de Milei.
Para Cavallo y otros economistas respetados por Milei, el plan Caputo no alcanza para lograr estabilidad.
Las razones detrás de las críticas a Milei
Los principales argumentos de los que hoy aparecen como los más duros contra el plan Caputo y Milei refieren a la falta de una propuesta para el crecimiento económico. Y a la falta de un plan de estabilización que encamine a la economía.
Acaso, el exviceministro de Economía Carlos Rodríguez sea el más tajante en las críticas: “Estamos yendo a una depresión económica y no veo cómo se va a recuperar la caída de la inversión”, advirtió el último fin de semana.
En el mismo sentido se pronunció López Murphy. El ex ministro de Economía de la Alianza, está convencido de que la Argentina necesita un dólar más alto si quiere volver a crecer.
¿Cuánto más alto? En torno a los $1.300 por dólar, a valores de hoy. Es decir, bien por encima de los $865 que vale en el mercado mayorista.
López Murphy argumenta que ese precio sería una reedición de una buena época de la economía, donde existía superávit en la cuenta corriente. Concretamente, la paridad que existió durante los años 2003 a 2006 luce muy parecida a esos $1.300 traídos a estos días.
En ese sentido, el economista de origen radical, integrante de la coalición Juntos por el Cambio, intenta rebatir el principal argumento de Caputo para explicar que la Argentina no necesita una devaluación, ya que hoy en día tiene superávit de sus cuentas públicas.
López Murphy insiste en que el dólar está barato y que hoy debería cotizar cerca de los $1.300.
“Yo no veo a nadie interesado en invertir con este tipo de cambio”, dice el también diputado, en coincidencia con Rodríguez.
Shock vs. estabilización
En el fondo de las objeciones de los economistas, referentes de la ortodoxia y del mercado financiero, subyace la idea de que Milei todavía no mostró el plan que dé lugar a una rápida recuperación de la actividad.
Reconocen que el Presidente puso sobre la mesa un plan de shock para equilibrar las cuentas, que evitó un mal mayor, pero que eso no alcanza para salir de la crisis.
Acaso el principal reparo sea el del atraso del tipo de cambio, como una elección para mostrar una rápida desaceleración inflacionaria. Pero esa dinámica, en el mejor de los casos, no desemboca en una reactivación en forma automática.
Al contrario, el atraso cambiario genera expectativas negativas en el mediano plazo. La Argentina tiene experiencia de sobre en esa cuestión.
El FMI también cuestiona, pero en voz baja
La decisión del Gobierno de mantener el “crawling peg” del 2% mensual es objetada casi por unanimidad. Incluso por los máximos dirigentes del Fondo Monetario Internacional, que se lo plantean a los consultores argentinos con los que se reúnen.
El FMI destacó la desaceleración inflacionaria, pero pone en duda el crawling peg que mantiene Luis Caputo.
Caputo se concentró en la desaceleración inflacionaria como el principal objetivo de su programa, pero los reparos a esa idea son mayoría.
Domingo Cavallo se convirtió, hoy en día, en uno de los principales críticos del programa económico. El “padre de la convertibilidad” le objeta a Milei el atraso cambiario, cada vez más notorio. Y no sólo eso: el exministro también dice que el proceso de desinflación se detendrá en el corto plazo.
Cavallo habla de una inflación que se quedará flotando en el 6% o 7% mensual. Un nivel demasiado elevado para evitar un cimbronazo cambiario en los próximos meses.
De acá a unos pocos meses, el Gobierno y el FMI tendrán que negociar un nuevo acuerdo. Es un hecho que el organismo planteará la salida del crawling peg del 2% y la eliminación del dólar “blend” para las liquidaciones de las exportaciones.
¿Será el momento para el lanzamiento de un plan para la estabilidad y el crecimiento? ¿Qué pensará Milei? ¿Escuchará las críticas de los economistas de la ortodoxia?