Para la consultora dirigida por Ricardo Arriazu, uno de los economistas más ponderados por Milei, aunque la economía mostró en mayo números de crecimiento económico, y en el primer semestre se sostuvieron tanto el superávit fiscal, como comercial, todavía hay “incertidumbres” en el mercado en relación al pago de la deuda en dólares y el atraso cambiario.
El análisis de Arriazu macroanalistas
“La actividad económica creció en el mes de mayo. Recientemente, se publicó el EMAE correspondiente a mayo, según el cual la actividad económica aumentó un 1,3% con respecto al mes de abril, comenzando así la tan esperada recuperación económica”, señaló Arriazu Macroanalístas.
“La actividad económica comenzó a contraerse a partir del mes de septiembre del año pasado, y hasta el mes de abril acumuló una contracción de -6,2%, particularmente desde noviembre del año pasado la contracción fue de -3,5%. Con el crecimiento de mayo la actividad muestra una contracción del -5% y -2,3% al comparar con agosto y octubre del año pasado”, aseguró Arriazu.
Mientras que en la comparativa interanual, la consultora aseguró en base a datos de INDEC, que “la actividad crecó por primera vez desde octubre del año pasado”, y “por primera vez desde octubre del año pasado el índice de actividad muestra un aumento contra idéntico mes del año pasado. Sin embargo, se debe considerar que durante el 2023 la sequía afectó severamente la producción agrícola”.
Sin embargo, advierte que: “La brecha cambiaria, que había aumentado con respecto a los meses previos, y la apreciación del tipo de cambio real de los últimos meses despertaron incertidumbre”.
La consultora de Ricardo Arriazu
No obstante, Arriazu se refirió a la realidad de los distintos sectores. “El sector agrícola es el principal sector que impulsa la actividad económica. Es uno de los de mayor ponderación dentro del EMAE, contribuye fuertemente al proceso de recuperación, así como también contuvo la caída de la actividad económica durante la primera parte del año. En julio aumentó un 103,3% con respecto al mismo mes del año pasado, lo que contribuyó con un 7,3% de crecimiento al índice general. En gran medida, el crecimiento del sector agrícola se encuentra relacionado a la sequía que sufrió el año pasado, sin embargo, deben considerarse los impactos que tiene en otras industrias”, apuntó.
En ese sentido, añadió: “La molienda de oleaginosas continuó aumentando durante el mes de junio. El incremento interanual de la molienda de oleaginosas durante mayo fue de 10,8%, reflejando cierto atraso en la molienda con respecto a lo que se observaba a principio de año. Sin embargo, durante el mes de junio el aumento interanual de la molienda fue de 28,6%, por lo que es probable que el impulso de la actividad del sector agrícola haya sido incluso mayor durante el mes de junio”.
En tanto, según el informe de EMAE de mayo del Indec, el sector con peores números fue el de construcción: “El sector de la construcción, el de mayor contracción, muestra síntomas de recuperación durante el mes de mayo. La construcción fue el sector que mayor contracción en los niveles de actividad muestra, ya que la caída de la obra pública fue determinante para el sector. Sin embargo, en el mes de abril y mayo muestra síntomas de recuperación. Particularmente durante el mes de abril la construcción creció un 1,9%, y durante el mes de mayo un 6,3% desestacionalizado contra el mes anterior”, planteó.
Por otra parte, Arriazu destacó el superávit comercial, también informado por el Indec, en junio, lo que se suma a una situación de excedente fiscal por el fuerte ajuste realizado por el gobierno de Milei. “Los superávits gemelos se extienden durante el mes de junio, cumpliendo ya 6 meses consecutivos. Recientemente, se difundió que durante el mes de junio se alcanzó nuevamente el superávit fiscal a pesar de los pagos de aguinaldo propios del mes”, definió.
Y sumó: “Adicionalmente, durante el mes de junio se alcanzó nuevamente un superávit comercial de más de USD 1.900 millones, lo que representa una baja con respecto al superávit de mayo de u$s2.640 millones; sin embargo, al considerar los efectos estacionales también se observa una caída del superávit, pero bastante menor (de apenas u$s77 millones)”.
La caída en el sector de la construcción es el de mayor contracción, según el EMAE
En otro orden, el informe de Arriazu a sus clientes destaca: “La caída del superávit comercial desestacionalizado se dio por una baja de las exportaciones mayor que la baja en las importaciones. Junio fue el primer mes que muestra una caída de las exportaciones en términos desestacionalizados desde el mes de octubre del año pasado, mientras que las importaciones vienen cayendo sostenidamente desde diciembre del año pasado. Asimismo, junio fue el primer mes donde la balanza comercial desestacionalizada cayó con respecto al mes anterior desde septiembre del año pasado”, continuó el informe.
Por último, Arriazu aseguró que esos dos datos tuvieron lugar “en un contexto de desconfianza relativa“, en los mercados, que se tradujo en caídas de los bonos y en una suba del riesgo país. “La brecha cambiaria, que había aumentado con respecto a los meses previos, y la apreciación del tipo de cambio real de los últimos meses despertaron incertidumbre sobre la evolución del programa, que se moderaron con el anuncio de intervención en el mercado de los dólares financieros”.
“Por otra parte los vencimientos de deuda en dólares que afronta el Tesoro en 2025 también despertaron incertidumbre; sin embargo, se anunció el pago anticipado del interés correspondiente a los bonos globales con vencimiento en enero próximo, así como la posibilidad de conseguir repos para financiar el pago de los vencimientos totales de capital de ese año (que hoy ascienden a unos 11,7 mil millones de dólares)”, completó.