Durante unas excavaciones que estaban llevando a cabo en las cercanías de la localidad de Topolovgrad, en la provincia de Haskovo, Bulgaria, un equipo de arqueólogos liderado por Daniela Agre del Museo Arqueológico Nacional de ese país europeo, encontró la tumba de un guerrero romano de alto rango que fue enterrado junto a su fiel caballo.
Según explicaron los expertos, los restos fósiles humanos pertenecieron a un jinete tracio que formó parte del ejército romano del siglo 1 d.C. , y que fue enterrado junto con su caballo y a un por demás valioso ajuar funerario conformado por una gran cantidad de joyas de oro, como un collar, una tiara, una pulsera y un anillo, algunos de los cuales estaban adornados con piedras semipreciosas.
Además, también encontraron armas, incluyendo un cuchillo decorado con motivos dorados y gemas, una espada con su vaina, una cota de malla y la coraza trenzada de una armadura, como, así también, una gran cantidad de apliques de oro, bronce y de plata ubicados en la montura del caballo.
Los hallazgos sugieren que el misterioso guerrero romano pertenecía a una familia adinerada y de alto rango en el ejército, teniendo en cuenta el lujo de los objetos que fueron encontrados en su tumba. “Este tipo de entierro refleja la riqueza y la posición social del individuo en vida, así como las costumbres funerarias de la época en la región. Estos elementos ofrecen una visión profunda sobre la sociedad tracia y su integración en el Imperio romano”, explicaron desde el Museo Arqueológico de Bulgaria.
“Durante el primer siglo d.C., la región que hoy incluye Bulgaria, Grecia y Turquía estaba habitada por tribus guerreras que habían sido sometidas por los griegos y luego conquistadas por el emperador romano Claudio alrededor del año 46 d.C., formando la provincia romana de Tracia. Este contexto histórico explica la conexión entre los restos encontrados y el Imperio romano, del cual el guerrero habría sido parte, especialmente en su caballería”, concluyeron.
Ahora, todos los objetos encontrados serán restaurados para, finalmente, ser exhibidos en una sala propia dentro del Museo de Historia de Topolovgrad.