La remolacha, conocida también como betabel, es un tubérculo comestible que destaca por su color morado intenso y forma bulbosa. Este cultivo prefiere climas fríos, permitiendo su cosecha en México durante todo el año.
Perteneciente a la familia de las amarantáceas, esta verdura presenta un sabor dulce que se utiliza para la producción de azúcar y colorantes alimentarios. Su consumo se extiende a diversas preparaciones, incluidas jugos, ensaladas y postres.
Su color, que puede variar entre rojo y morado, se debe a la presencia de betanina, un pigmento nitrogenado con propiedades antioxidantes. Entre los nutrientes que contiene este tubérculo se encuentran las vitaminas C y del grupo B, así como minerales como el hierro y el magnesio.
De acuerdo con el Poder del Consumidor, la remolacha es una fuente significativa de betacarotenos, antioxidantes y fibra. Estos componentes fortalecen el sistema inmunológico, previenen problemas visuales y mejoran la digestión.
Asimismo, los antioxidantes presentes en este tubérculo ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares al neutralizar los radicales libres que afectan el colesterol LDL, lo que a su vez contribuye a disminuir el riesgo de complicaciones cardiovasculares y cerebrovasculares.
Además, la remolacha se asocia con un efecto antihipertensivo, gracias a su alto contenido de nitratos. Su riqueza en vitaminas y minerales incluye folatos, potasio, fósforo, magnesio y calcio, lo que favorece la coagulación sanguínea adecuada y el fortalecimiento de los huesos.
Autor: Ana Karen Velazquez
El Universal (México)