La primera vez que los destinos de Alfredo Yabrán y NOTICIAS se cruzaron fue en septiembre de 1991. Todavía faltaban cinco años para la mítica tapa de este medio en donde se revelaría por primera vez el rostro del oscuro empresario, y un año más para el macabro asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas. Pero aunque todavía nada de todo esto había pasado, el primer encuentro fue un siniestro aviso.
Es que cuando dos cronistas de esta revista tocaron el timbre de la mansión ubicada en la calle Pueyrredón al 1501, en la localidad de Martínez, recibieron una respuesta que no dejaba lugar a dobles interpretaciones: dos tiros. El primero fue al aire, pero el segundo pasó cerca de los enviados de este medio. Habían ido ahí luego de meses de investigación sobre ese desconocido hombre de negocios a quien nadie en el círculo rojo y en la política se animaba a mencionar. Querían hablar con él, pero no lo lograron. La nota, con firma de Gustavo González, se publicó con el título “Un pacto de silencio” y una foto de la fachada de esa mansión.
Esa mansión, ubicada sobre la barranca de San Isidro, uno de los lugares más exclusivos del país, había quedado prácticamente abandonado desde que Yabrán terminó con su vida en 1998. Hasta ahora: un emprendimiento inmobiliario tiró abajo todo lo que quedaba del emporio del cartero, e incluso ya loteó la zona. El fantasma de Yabrán empieza a dejar de existir.
La empresa que lleva adelante la reforma y venta es Nárvaez, una reconocida inmobiliaria ubicada en San Isidro. De la vieja mansión, la pileta y la enorme casa de servicio no queda nada: todo eso fue barrido, y por ahora en ese gigantesco predio de 13.500 metros cuadrados lo único que hay es un camino que construyó la empresa sobre la que pasarán autos en un futuro.
Es que el proyecto de Narváez fue el de lotear el lugar y dividirlo en 17 parcelas. La más grande es de 1269 metros cuadrados, y el resto oscila entre los 550 y los 700. El valor es acorde a ese lugar exclusivo: una parcela promedio está casi 800.000 dólares, a lo que además habría que sumarle la construcción de la casa propiamente dicha. Al momento del cierre de esta nota, 15 de las 17 parcelas ya estaban vendidas. La otra mansión que tenía Yabrán en la zona, en General Alvear 1501, va en ese camino, aunque todavía no está a la venta. Ese emprendimiento lo está llevando adelante Federico Álvarez Castillo, el dueño de Etiqueta Negra. ¿Sabrán los compradores quién fue el temible dueño de esos lugares?