Madrid, 25 oct (EFE).- La periodista y escritora Cristina Fallarás, quien publicó en su cuenta de Instagram la primera acusación anónima por violencia machista contra el político español Iñigo Errejón, aseguró que ya ha recibido una docena de acusaciones más contra él y otra media docena contra otros políticos de diferentes formaciones.
“El machismo está en la derecha, en la izquierda, en la extrema derecha y en la izquierda radical. Está en los sindicatos igual que en las empresas y también en la cultura. Y la violencia sexual también está en todas partes”, declaró a EFE Cristina Fallarás, quien en su perfil de Instagram custodia miles de testimonios de violencia sexual.
Errejón, quien confirmó a su partido Sumar –socio minoritario del gobierno socialista de España– que las acusaciones son ciertas, anunció este jueves públicamente la dimisión de todos sus cargos políticos, incluida la portavocía en el Congreso, mediante una carta en la que apuntaba haber llegado “al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”.
Esta dimisión se dio después de que Fallarás publicara en Instagram un testimonio anónimo en el que se hablaba de un diputado cuyo nombre no se citaba y al que se definía como “un maltratador psicológico”. Diferentes usuarias relacionaron ese testimonio con el nombre del ya exdirigente de Sumar y comenzaron a compartir más relatos.
Poco después, la actriz y presentadora de TV Elisa Mouliaá denunció públicamente en la red social X haber sido víctima de acoso sexual por parte de Errejón, y esa madrugada interpuso una denuncia ante la policía por acoso sexual sobre unos hechos que tuvieron lugar en 2021.
Fallarás, que tiene en activo su cuenta de Instagram desde que estallara el caso Rubiales en agosto de 2023 con el propósito de recoger testimonios anónimos de violencia sexual, afirmó que las acusaciones a Errejón marcan un hito.
“Que el testimonio anónimo de una mujer haya desencadenado que otras mujeres se sientan reconocidas y que eso dé pie a que denuncien ya marca un antes y un después. Demuestra que el hecho de que las mujeres nos narremos es sustancial para después denunciar”, expresó.
Confesó que este es un proceso mucho más lento que “un #MeToo inmediato” en el que se señala a los presuntos agresores con nombres y apellidos, pero sostiene que “a la vista está que los frutos que da son mucho más sólidos”.
En este sentido, afirmó que es posible que en las próximas semanas se hagan públicas más acusaciones contra Errejón y otros políticos, pero advirtió de que eso depende mucho de “cómo se trate socialmente a las víctimas de este caso”.
“Cuando a las víctimas no se les da apoyo, al resto de víctimas les cuesta mucho denunciar”, explicó. EFE