Incomprensible y muy difícil de entender en toda su dimensión. Se acaba de desatar otro round, otra batalla que confronta a Wanda Nara y Mauro Icardi. Este nuevo capítulo se configura en una montaña de publicaciones que subió a las redes sociales el futbolista.
Llamativamente, el atacante considera que la mansión del country de Santa Bárbara, que originalmente la adquirió Maxi López y que luego se la cedió a la mediática como parte de pago por deudas alimentarias, es su hogar. Sí, Icardi definió a esa propiedad como su casa.
En definitiva, el futbolista encendió la cámara de su celular y filmó a Wanda en su visita a ese espacio suyo, legítimamente, para retirar una valija con ropa y algunas pertenencias. Mauro entendió que ese acercamiento en realidad fue un ‘acoso’, así lo escribió, de Nara.
En toda esa guerra que se desató en el plano público se filtró un documento privado, que consta de los mensajes que el delantero le envió a su abogada durante la presencia de Wanda en ese domicilio. Así se lee los textos que le redactó a su letrada: “Llegó Wanda, la estoy grabando todo, por las dudas, así tenemos pruebas”.
LOS CHATS DE ICARDI CON SU ABOGADA MIENTRAS WANDA NARA ESTABA EN LA MISMA CASA
Mientras que Guadalupe Guerrero le responde: “Avisame todo”. En la continuidad de su charla privada, Mauro vuelve a contarle a su representante legal: “Llamala a Ana Rosenfeld y preguntale cuándo se va, porque se instaló acá”. Ante lo cual, la abogada le retrucó: “Ya hablé con Ana, le va a escribir para que se vaya”.
Tras enviarle un video a Guerrero, Icardi amplió la situación que se vivía en esa casa: “Se preparó leche con cereales. Yo todavía no le dirigí la palabra, ella habla sola”. Y unos minutos más tarde posteó una storie en la que puso: “Juguemos mediáticamente, pero juguemos con la verdad”. ¿Qué trama el futbolista? ¿Por qué asegura que la mansión es suya?