Si bien el oficialista Frente Renovador de la Concordia, que gobierna Misiones hace más de dos décadas comandado por Carlos Rovira, festeja a lo grande, ya que se impuso en las elecciones legislativas del pasado domingo, ese triunfo tiene cifras que alarman a su estructura de gobierno, de las 11 bancas en juego que puso el oficialismo, solo recupera 7, y el abstencionismo le gano por goleada. Descontento y bronca que tampoco capitaliza LLA, que salieron segundos. Es evidente que algunos hilos rojos conectan el proceso del año pasado en esa provincia con este resultado electoral, y alimenta un esquema que se repite electoralmente, donde la apatía es tendencia.
Los datos duros
El oficialismo de Rovira, encabezado por Macias Sebastián, “ganó” las elecciones de este domingo 8 de junio, sumando apenas el 28.6% y podría perder la mayoría en la legislatura misionera (faltaría ver la proyección final) al sumar solo 7 bancas. Efectivamente de las 11 sobre 40 bancas totales que debía renovar, solo logra 7. Un retroceso fruto de una serie de factores que deberá analizar puertas adentro Rovira y compañía.
En segundo lugar, salió La Libertad Avanza, con Hartielf Diego a la cabeza, con el 21.9% y suma 5 bancas. Tercero, el policía rebelde que está preso, Ramón Amarilla con el 19.1%, que pelearía el primer lugar en Posadas con el rovirismo y suma 4 bancas.
Cuarto el Partido Agrario y Social, Pays con el 8.9% que logra 2 bancas. En 5to lugar otro Partido Libertario de un radical con peluca que sumó el 8,3% y 1 banca. Luego Unidos por el Futuro, una especie de Juntos por el Cambio, con el 5,7% con 1 banca.
En 6to lugar sigue la UP con Mónica Gurina de la CTA Autónoma y la Confluencia Popular Por La Patria que sumó el 2.5% de los votos.
Luego el Movimiento Evita con Techo, Tierra y Trabajo con el 1.8% y más abajo, 8vo el PO que llegó al 1.5% con 7.200 votos. Y mas lejos tres listas más, de desprendimientos del rovirismo.
Con el 98.9% de las mesas escrutadas, votó solo el 55.4% del padrón, serían casi cinco puntos por debajo de las elecciones de 2021. Pero si comparamos con el 2023 donde voto el 74% del padrón autorizado, la abstención en comparación entre ambas elecciones seria de dos dígitos. Lo que muestra el desencanto con las opciones electorales en las elecciones que se dieron en el país, hasta la fecha de este año, y que en Misiones no se revirtió. A la abstención en este caso, se debe agregar que hubo unos 19.813 votos en blanco, el 4% y 6.024 votos nulos, el 1.2%.
Por supuesto hay lecturas sobre esta situación que responden a un análisis mas integral y nacional, pero algunos otros aspectos son específicos de esta provincia, que siempre tuvo un comportamiento con matices del nacional, y con el propio frente renovador oficialista, que, si bien tiene orígenes en el peronismo, se a jactado de formar un frente transversal con todos los colores. Hoy prima facie, no ha podido incluir mas en ese espacio, habiendo tenido que competir con muchas más listas que las que esperaba. Un frente renovador, que de renovador solo le queda el nombre, después de 20 años.
Algunas primeras ideas
Con casi el 95 % de las mesas escrutadas, el rovirismo reunía el 28,47% de los votos, casi siete puntos más que La Libertad Avanza. La cifra ponía al oficialismo a hacer cuentas: arriesgó 11 bancas este domingo y con esta cosecha podría retener seis o siete, lo que le alcanzaría con lo justo para controlar 21 de los 40 escaños que posee la Legislatura. Sin embargo, si la tendencia cambiara levemente hacia abajo, ese objetivo correría peligro. Eso terminara de ajustarse en estas horas.
En segundo lugar, se ubicaba La Libertad Avanza con 21,82%, en un debut en contiendas provinciales que la ubicaba como primera en algunas encuestas, y ahora en principio lidera los resultados de la oposición, aunque apenas llegando a esa votación modesta, entre quienes fueron a votar. No obstante, la fuerza libertaria cuestionó la validez del escrutinio, que adoleció de lentitud y mostró varias irregularidades durante la carga de datos.
Por supuesto, Rovira puede festejar que gano, ya que es así, pero la realidad es que ha ido perdiendo votos año a año, De 429.961 votos hace 2 años atrás y el 66% de los votos, el rovirismo saca solo 148.742 votos ahora, con el 28.6%, perdiendo así 281.219 votos, es decir, el 65.4% de sus votos de 2023 con el Frente Renovador de la Concordia. Si lo comparamos con la elección del 2021, pierde casi 10 puntos, por lo que, en una primera mirada, es necesario decir que gana, votando la mitad del padrón, y perdiendo votos comparativamente.
Ganar con apenas poco mas que el 28% de esta votación, es decir que solo el 14% del total del padrón aprueba su gestión y la ratifica. El famoso mapa de un solo color “rovirista” con el que aparecía Misiones y sus distritos, hoy se pinta de colores diferentes, y responde claramente a conflictos aun abiertos.
El misionerazo del año pasado protagonizado por docentes, estatales y posteriormente la policía, dejo huellas contra Rovira y su régimen. Por empezar puso candidatos en el tablero que no estaban. Como Amarilla, y Gurina. Dejo heridos, ya que, si bien el conflicto logro un aumento a los sectores, resulto insuficiente, y muchos de esos luchadores perseguidos, por lo que esta sociedad que acompaño el reclamo de los trabajadores, no aprueba un régimen de privilegios, ajuste y persecución.
Rovira hace 20 años que es caudillo de lo que considera su feudo. Y se acomoda según sus necesidades y oportunistamente. Así su tan mentado frente trasnversal, una bolsa de gatos con todo lo que puede juntar, en esta elección se fracturo, fruto de la bronca social en ascenso en la provincia. Y muchos sectores otrora dentro, prefirieron salir.
La votación de la derecha con Juntos por el Cambio ya era en 2023 del 24.4% a diputados y el 26.6% a gobernador. Aunque ahora, entre La Libertad Avanza y el radical con peluca suman el 30,2% que se lo roban al oficialismo rovirista, sin contar al PRO/UCR. Pero tampoco, contando toda la derecha de la provincia da un salto cualitativo. Es más, uno de los argumentos de Rovira durante todo el conflicto docente del 2024, fue que eran votantes de Milei, y hacían política, y si bien había sectores entre esos docentes, que no entendían que el problema de Misiones no era solo Rovira, sino Rovira-Milei, hoy claramente lo comprenden.
Se ve en los yerbateros, hartos de su precarización, de Rovira y su política de miseria y sueldos marginales, que no solo le reclaman a la provincia sino también a Milei, y sacaron a patadas a Karina Milei y su comitiva. Y claramente si bien LLA quedo en segundo lugar, los votos que junta son pocos, aunque obtengan bancas, y no aprovecha la crisis del rovirismo.
La izquierda, que en Misiones solo tienen representación con PO saca ahora, en medio de denunciar que no tenían boletas en varios lados, 7.679 votos y habían sumado 8.151 votos en 2023. Como venimos diciendo desde este sitio informativo, y del MST en el FITU, la izquierda sufre un estancamiento, es un espacio que tiene un lugr conquistado, algo de apoyo electoral y un piso concreto de seguidores, pero que no logra avanzar ni ser una alternativa frente la debacle de los partidos del régimen. En la izquierda tenemos la necesidad y oportunidad de postularse en serio, de dejar de ser como en este caso testimonial, de salirnos de los límites de ser solo un frente electoral, para ser una alternativa real frente al caos y la apatía.
La mayoría de las elecciones hasta el momento son ganadas por alguna fuerza que festeja con apenas 30% o menos, de una votación con solo la mitad del padrón, una crisis política enorme en el que la izquierda si se postulara, fuera un bloque en tareas sindicales constante, articulara en los conflictos, y fuera convocantes de los decepcionados y de todo aquel que quiera enfrentar a Milei, podría de verdad ser quien pueda capitalizar semejante situación. Sera un desafío poder debatirlo por lo menos en los meses que siguen.