Sunday, 15 June, 2025
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Cuál es el segundo deporte favorito de Franco Colapinto

Franco Colapinto atraviesa un presente de ensueño. El joven piloto argentino, que debutó como titular con Alpine en el Gran Premio de Emilia-Romaña, ya lleva varias carreras acumuladas en el mundo de la Fórmula 1 y se sigue adaptando a la categoría reina con una naturalidad que lo destaca.

Después de competir en Mónaco y Barcelona, Colapinto se consolidó como una de las revelaciones del paddock por su talento, frescura y carisma. “Le falta meterse más cerca de los puntos, pero va en camino”, dicen desde la fábrica del equipo francés.

En medio del vértigo de su nueva vida entre circuitos míticos y glamour europeo, Franco también se animó a mostrarse en un costado más descontracturado y divertido. En una reciente entrevista con ESPN, reveló cuál es su segundo deporte favorito fuera de las pistas: el pádel.

Y como era de esperarse, lo contó con el humor que lo caracteriza: “Estoy medio duro de la muñeca, pero tengo todo, parezco un profesional. Llego con bolso, con ropa… pero cuando agarro la paleta ya se dan cuenta de que soy un fantasma”, bromeó.

Su compañero en esa jornada deportiva no fue otro que Fernando Belasteguin, uno de los mejores jugadores de pádel de todos los tiempos. El encuentro entre ambos dejó ver la buena onda entre dos referentes del deporte argentino que comparten pasión, esfuerzo y humildad.

Además del deporte, Colapinto vivió una experiencia muy particular al asistir por primera vez al Festival de Cannes, invitado junto a su compañero de equipo Pierre Gasly. Fiel a su estilo relajado, contó entre risas que tuvo que improvisar a último momento su look formal: “No me pongo una camisa en mi vida y no sabía atarme el moño. Alquilé el smoking ese martes a la mañana… ¡y me rompieron el c… con lo que me cobraron!

Con apenas 21 años, Franco intenta mantener los pies en la tierra mientras su carrera despega a toda velocidad. Sobre su rendimiento en pista, fue muy claro: “Todavía me estoy adaptando, pero estoy contento. Con cada vuelta aprendo algo nuevo. Traje cosas buenas al equipo y con Pierre (Gasly) nos entendemos muy bien. Nuestro feedback fue muy parecido y eso ayuda mucho”.

Desde su primera carrera en Imola, donde reconoció que le costó “sentir el límite del auto”, hasta su evolución en Mónaco y Barcelona, el piloto de Pilar va ganando confianza a medida que pasan los fines de semana. Su estilo técnico, su disciplina y su buena relación con el equipo lo posicionan como un futuro referente del automovilismo argentino.

Y mientras el país sueña con verlo en un podio de F1, él se divierte con la paleta en mano, soñando tal vez con ganar algún partido… aunque sea de pádel.

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