Dos adolescentes de 15 y 16 años fueron detenidos ayer durante allanamientos simultáneos en el Barrio Fátima, en Villa Soldati, acusados de haber participado en el brutal asalto a un hombre de 78 años y a su hija, ocurrido hace una semana en el barrio porteño de Flores.
La noche del martes 15 de julio, Andrés y su hija María Fernanda fueron atacados por una banda de delincuentes que, en menos de un minuto, les robó el auto y un celular, y los dejó golpeados en el suelo.
El ataque ocurrió a las 21.58, sobre la calle Salas, justo frente a la vivienda de la familia. Andrés y María Fernanda acababan de estacionar su Renault Kwid rojo cuando fueron abordados por cuatro jóvenes que se desplazaban a pie. Las cámaras de seguridad del barrio registraron cada instante del asalto: desde la emboscada hasta la fuga. María Fernanda caminaba unos pasos por delante de su padre, que avanzaba con dificultad debido a una reciente operación de riñón. Esa breve distancia entre ambos fue suficiente para que los agresores se abalanzaran sobre ellos.
Uno de los ladrones sujetó con violencia a la joven para arrebatarle las llaves del auto. Andrés, en un acto de coraje desesperado, intentó defenderla con un paraguas. Pero fue reducido de inmediato: lo tomaron del cuello y lo arrojaron al suelo. Ya en el piso, uno de los delincuentes le tapó la boca para impedir que pidiera auxilio, mientras otro intentaba inmovilizar a su hija. “¡Dejá a mi viejo, la puta madre!”, se escucha gritar a María Fernanda en el audio de las cámaras.
Desde el interior de la casa, Ana María, esposa de Andrés, presenció la escena sin poder intervenir. “Usaron el paraguas de mi marido como un arma. Y encima, se lo llevaron”, había contado en declaraciones televisivas la semana pasada. Aunque los agresores no portaban armas de fuego, la violencia física fue extrema. Golpearon al hombre con las manos y con el paraguas, y escaparon con el vehículo y el celular.
Ana María logró activar la alarma vecinal, pero los delincuentes ya habían huido. El auto apareció al día siguiente en el Barrio Fátima, en Villa Soldati, tras un llamado al 911 que alertó sobre un vehículo abandonado. La recuperación del Renault Kwid fue clave para avanzar en la investigación.
La causa quedó en manos de la División Investigaciones Comunales 7 (DIC7) de la Policía de la Ciudad, que trabajó con las imágenes del asalto y otras cámaras del barrio para identificar a los agresores. La denuncia fue radicada en la Comisaría Vecinal 7A, y la investigación quedó bajo la órbita de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 56, a cargo de Edgardo José Mariano Orfila.
Este lunes por la mañana, se realizaron allanamientos simultáneos en el Barrio Fátima y en el vecino Barrio Ramón Carrillo, ambos en Villa Soldati. Dos de los procedimientos dieron resultado positivo: fueron detenidos dos menores de 15 y 16 años, acusados de haber participado en el robo. Uno de ellos tiene antecedentes por robo y hurto.
Según fuentes policiales, se trata de una banda que se mueve a pie y aprovecha su número para abordar a víctimas en momentos de vulnerabilidad en la modalidad piraña. Los investigadores continúan con la búsqueda de los otros dos integrantes del grupo.
A pesar de la violencia del ataque, Andrés no sufrió heridas graves, ya que no golpeó su cabeza durante la caída. María Fernanda, en cambio, terminó con un esguince en el hombro y una rodilla lastimada. “Ella defendió a su papá”, contó Ana María, quien también reveló que desde el robo estuvieron varias noches sin poder dormir.
La familia vive en Flores desde 1991. “Se había puesto muy difícil hace 10 años. Ahora parecía más tranquilo. Pero evidentemente estamos como todas las otras zonas. Me sigo moviendo, pero con un poco de miedo”, expresó Ana María. Y agregó: “No podemos estar encerrados entre rejas mientras los ladrones salen. Me gustaría estar en un lugar más tranquilo, pero a mi barrio y a mi casa no los cambio”.