Luego de unos días agitados en Buenos Aires donde estuvo en el ojo de la tormenta por su escándalo con Benjamín Vicuña en medio del romance que tiene con Mauro Icardi desde principios de este año, la China Suárez arma las valijas una vez más para regresar a Turquía y reencontrarse con su novio.
Sin embargo, esta vez la China no viajará sola: sus tres hijos -Rufina, Magnolia y Amancio- la acompañarán en su regreso a Estambul, donde los espera Icardi. Sin embargo, mientras todo parece estar en calma tras unos días de absoluto conflicto, por detrás comienza a tejerse un panorama al menos tenso.
Es que, si bien con Nicolás Cabré lograron encontrar una dinámica saludable respecto a Rufina, la relación con Vicuña está lejos de tener ese mismo equilibrio. De hecho, según contaron en DDM, el vínculo entre los ex está más roto que nunca. Y no solo eso: la situación por la tenencia y régimen de visitas de Magnolia y Amancio está entrando en una nueva fase, con varios puntos sin resolver.
“Yo lo que tengo entendido, es que vuelve el 8 de agosto y a partir de esa fecha empezaría un nuevo régimen de visitas que no saben si va a ser como el que tienen hasta ahora o lo van cambiar ¡Porque está todo mal entre ellos! No se hablan, se odian, se detestan”, expresó Martín Candalaft en el ciclo que conduce Mariana Fabbiani por América TV.
BENJAMÍN VICUÑA Y LA CHINA SUÁREZ, ENFRENTADOS POR EL RÉGIMEN DE VISITAS DE SUS HIJOS
La afirmación fue tan contundente como alarmante. Y lejos de calmar las aguas, encendió aún más las alarmas. “Entonces, a partir del 8 de agosto, por lo que tengo entendido, ahí van a empezar a tratar el tema”, lanzó el periodista, advirtiendo que la China y Vicuña no tienen aceitado cómo será el manejo de sus hijos en el futuro, pero que es algo que empezará a resolverse en breve.
Por si esto fuera poco, Guido Záffora sumó una versión fuerte desde el entorno del actor chileno: “Esta información con pinzas y me llega del lado de Vicuña, sé que su abogado no quiere hablar, pero atención con los próximos pasos de Benjamín después del posteo donde lo trató de mal padre y adicto. Estarían estudiando bien las palabras de la China, él no quiere afectar a sus hijos, pero sigue muy enojado y, sobre todo, por un arreglo que a él no le convenció, pero tuvo que ceder para que el escándalo no escale”.
Es decir: el enojo entre la China y Vicuña está lejos de disiparse. Las tensiones crecen, el silencio entre ellos es total y la decisión de la actriz de instalarse en Turquía con los chicos podría empujar aún más los límites de una relación que, a esta altura, parece irrecuperable.