Lo vivió Rodrigo Rey en Argentina y ahora Cássio en Brasil. El arquero de Cruzeiro denunció que su hija con autismo fue rechazada en varias escuelas de Belo Horizonte por la necesidad de asistir con una acompañante terapéutica. El caso volvió a poner en evidencia las trabas que aún existen en instituciones escolares en todo el mundo.
“Inclusión no es solo una palabra bonita en propaganda, es actitud”, se lamentó el arquero, señalando que esta situación ocurre incluso en colegios que se presentan como “inclusivos”.
A pesar de que la asistente terapéutica no interfiere en las actividades, varias escuelas se negaron a inscribir a la hija de Cássio, incluso después de que el arquero y su esposa visitaran personalmente los colegios para explicar la situación. Finalmente, sólo una institución aceptó a María Luiza, de 7 años.
“Hoy, como tantos otros padres de niños autistas no verbales, tengo que compartir algo muy doloroso. He intentado matricular a mi hija en diferentes colegios, pero la respuesta casi siempre es la misma: no la aceptan.
Cássio compartió su descargo en redes sociales, relatando cómo su hija enfrenta este episodio de discriminación.
El descargo de Cassio. Foto: @rcassio12
“Hoy, como tantos otros padres de niños autistas no verbales, tengo que compartir algo muy doloroso. He intentado matricular a mi hija en diferentes colegios, pero la respuesta casi siempre es la misma: no la aceptan.
Todo esto se debe a que María tiene un especialista que la acompaña desde los dos años. Este profesional vino con nosotros desde São Paulo, la conoce íntimamente, confía en ella y podría ayudarla en clase sin interrumpir las actividades.
Aun así, los colegios se niegan a aceptar esta ayuda. A menudo nos llaman para conversar; mi esposa y yo vamos al colegio, explicamos todo y mostramos nuestra disposición a colaborar. Al final, la respuesta siempre es no. Si no fuera por un solo colegio que aceptara a mi hija, María simplemente no podría estudiar en Belo Horizonte.
Lo más triste es escuchar esto de colegios que se presentan como “inclusivos”, que dicen aceptar a todo tipo de niños. La realidad, sin embargo, es muy distinta. Como padre, ver a su hija rechazada simplemente por ser autista es desgarrador. La inclusión no es solo una palabra bonita en publicidad; es una actitud. Y aún estamos muy lejos de vivirla realmente”.
El arquero de Cruzeiro publicó su descargo. REUTER
El caso de Rodrigo Rey
El caso del arquero de Independiente conmovió al fútbol argentino. En junio del año pasado, Rey había denunciado, a través de su cuenta de Instagram, una desagradable situación de discriminación que le había tocado vivir a Benicio, su hijo menor, quien fue diagnosticado con TEA (Trastorno del Espectro Autista) y recientemente se había reincorporado a clases luego de varios días ausente por enfermedad.
“Esta imagen es el supuesto ‘espacio de calma’ de nuestro hijo en la escuela. Esta imagen describe lo que venimos renegando con esta escuela. Esta imagen nos parte el alma en mil. Una escuela privada, que cuentan con papás que han ofrecido todo”, había publicado Rey en sus historias de Instagram. En esa publicación, el arquero había subido una foto en la que se puede ver una pequeña colchoneta azul tirada en el suelo. “Hoy nuestro hijo después de dos semanas enfermo volvió con mucho esfuerzo al colegio, en un proceso de recuperarse físicamente, ya casi bajó dos kilos. Hoy necesitó un espacio de la calma y no lo tuvo. Intentó acostarse ahí y no quiso saber nada. Medio cuerpo afuera y casi como estar en el piso”, contextualizó.
El descargo de Rodrigo Rey en Instagram.
Siguiendo la misma línea, el hombre del Rojo había reconocido que su familia se mostró predispuesta en más de una oportunidad para facilitarle a la institución el acceso a nuevos recursos que faciliten la adaptación del peque. “Ustedes no se dan una idea cuántas veces ofrecimos incorporar cosas para que no solo para Beni, sino para todos los niños que necesiten y puedan beneficiarse”.
Y, en este sentido, también había prometido ir hasta las últimas consecuencias. “No vamos a permitir que le sigan faltando el respeto a nadie más. No queríamos que este momento llegue nunca, solo queríamos destinar nuestras energías a que nuestro hijo esté bien. Esta escuela está negando a los niño a tener un espacio mejor y adecuado para tal caso. Es increíblemente inentendible”, resaltó.
Pero la situación no quedó ahí, porque luego de la repercusión que tuvo la denuncia del arquero de Independiente, la familia Rey volvió a vivir otro repudiable hecho de discriminación por parte de la escuela en diciembre del 2024: la institución a la que concurrían tanto Benicio, de 8 años, como Renata, de 16, se negaba a otorgarles la matrícula para el 2025.
“Les prometo que no encuentro palabras para explicar lo que se siente ver a tus hijos sufrir por una injusticia. Sufrir en silencio es una de las cosas más difíciles que nos ha tocado enfrentar. Que Dios y la justicia nos ayude. ¡No damos más! No nos merecemos esto como familia. Estamos rotos”, había explicado Laura, la pareja de Rey, en su cuenta de Instagram
El descargo de Laura, la mujer de Rodrigo Rey.
“No puedo contar, ya muchos se imaginan por donde viene la mano. Buscaremos ayuda para que nos guíen para hacer las cosas como corresponden y bien. No quiero olvidar, ni decirles que sé que somos un montón a lo largo del país que venimos sufriendo con cuestiones de inclusión, por eso creo que es importante y valioso contar lo que nos pasa”, había relatado.
Rodrigo Rey con auriculares gigantes antes del partido ante Atlético Tucumán.
Nuevamente, luego de que el caso se hiciera público, incluso a través de acciones impulsadas por el mismo arquero de Independiente, finalmente la justicia falló a favor de la familia Rey y le concedió una medida cautelar que garantizaba que el Instituto José Manuel Estrada de City Bell le otorgara la matrícula a sus hijos para el 2025.
Rodrigo Rey.
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