El exfutbolista Dani Alves, ya condenado a cuatro años y medio de prisión por agredir sexualmente a una joven de 23 años en un boliche de Barcelona, recibió este miércoles un aval de la Justicia, que le permitió salir en libertad previsional hasta que la acusación en su contra quede firme. Antes, sin embargo, el deportista de origen brasileño deberá pagar una multa millonaria en euros.
La Audiencia de Barcelona acordó que Alves está habilitado a eludir la prisión preventiva si abona una fianza de 1 millón de euros, es decir, más de 900 millones de pesos argentinos. Esta posibilidad había sido requerida por la defensa y será la única manera para que el astro, de 40 años, salga de la cárcel de Brians 2, donde se encuentra detenido desde hace 14 meses, cuando comenzó este proceso en su contra tras la denuncia de la víctima.
Una vez verificado que el futbolista pagó ese monto, habrá una serie de medidas que se le exigirán a Alves para mantener la libertad hasta que se resuelvan distintos recursos presentados en la causa por las partes, contra la primera sentencia dictada. Ante todo, se le retirarán sus dos pasaportes: el español y el brasileño. Asimismo, se le prohibirá salir de España y deberá comparecer ante la Justicia una vez por semana. Además, tampoco podrá tener contacto con la víctima, ya que rige una orden de alejamiento.
Todos estos controles tienen como fin, además de proteger a la mujer que lo denunció, evitar que el futbolista se fugue. No obstante, en su defensa el jugador brasileño aseguró: “Creo en la Justicia, no huiré”.
La habilitación para salir de la cárcel y esperar en libertad una sentencia definitiva, previo pago de una fianza, había sido solicitada ayer por la defensa de Alves. Lo justificaron en que el jugador ya había cumplido una cuarta parte de su pena en prisión. Tal como informó El País, la fiscalía y la acusación particular se opusieron a esto, ya que alegaron que el acusado dispone de los medios económicos para fugarse. Mientras tanto, el patrocinio del jugador aseguró que tiene domicilio y arraigo en Barcelona.
La decisión, que no fue unánime, aún puede ser recurrida.
Este derrotero se inició la madrugada del 30 de diciembre de 2022, cuando Alves agredió sexualmente a una mujer en Sutton, un club nocturno VIP de Barcelona, adonde había viajado a pasar el fin de año. Ya el 1 de enero de 2023 trascendió públicamente la denuncia de la víctima y, en principio, el entorno del brasileño negó la acusación.
Pero ya el 8 de enero su carrera futbolística se opacó y jugó su último partido con la camiseta de Pumas, en el Estadio Olímpico Universitario de la Ciudad de México, frente a Juárez. Fue su vez final en un campo de juego.
A partir de entonces, la causa siguió su curso y se solidificó la versión de la víctima. El 20 de enero de 2023, Alves quedó detenido; y poco más de un año después, el 22 de febrero de este 2024, fue condenado.
Con información de El País y DPA
LA NACION