Puede que los gatos no sean los mejores amigos del hombre. Pero parece que, en internet, nadie junta tantos likes como ellos: “gatos” es uno de los términos más buscados y los videos protagonizados por felinos suman miles de millones de reproducciones, lo que los convierte en la categoría más popular de las redes sociales.
Pero no es solo el contenido en formato audiovisual: muchas personas afirman -con conocimiento de causa- que al subir una foto de su gato consiguen muchísimas más interacciones que con cualquier otro tipo de contenido.
Un estudio llevado acabo por Jessica Gall Myrick, profesora de The Media School en la Universidad de Indiana (EE.UU.), se centra en las respuestas de 7.000 personas quienes navegan en internet para ver este tipo de contenidos.
Los participantes fueron consultados sobre si este tipo de publicaciones afectaban a su estado de ánimo y con qué frecuencia se conectaban para ver estos animalitos.
Los resultados fueron sorprendentemente positivos. Los entrevistados dijeron que se sentían con más energía y mayor optimismo después de visualizar uno de los múltiples videos de simpáticos felinos en las redes sociales.
El 36% dijo “amar incondicionalmente” a los gatos. Casi el 90% alguna vez tuvo uno de mascota y en promedio, unos de cada dos propietarios de felinos tienen 2 de estas mascotas en sus hogares.
Señalaron que habían disminuido la ansiedad, la irritación y la tristeza después de visitar a sus gatos favoritos de Internet. Lo tomaban como una suerte de terapia cotidiana, con varias visitas diarias.
En su estudio, la profesora examinó la mayor red de videos del mundo, YouTube. Más de 2 millones de videos de gatos son subidos al año en esa plataforma. Con un total de 26 millones de visitas reciben de forma exclusiva, por encima de la media.
Internet: gatos versus perros
Lo que no se explica es por qué Internet está repleto de gatos. Quizá una de las razones de esta obsesión sea que, a día de hoy, los gatos siguen siendo criaturas misteriosas y salvajes.
A diferencia de los perros, que se domestican y crian para satisfacer las necesidades de protección o compañía, los gatos se domesticaron a sí mismos.
Sin embargo, en YouTube, en TikTok e Instagram, los perros son publicados y etiquetados con la misma frecuencia que los gatos. De hecho, YouTube recibe más búsquedas de perros que de gatos.
Los más curioso es que quienes dicen consumir esta clase de videos, no salen a buscarlo voluntariamente en Internet, sino que lo cruzan de casualidad, pero no pueden dejar de hacer clic sobre el contenido.
Myrick de todas formas va más allá, considera que sus estudios son el comienzo de un interesante campo para la evaluación de estas mascotas, como terapia para trastorno de pánico, depresión y angustia.
Tras convivir con humanos por más de 9.000 años, los científicos concluyen que los gatos sólo están “semidomesticados”. Y son mucho menos estudiados que los perros, lo que significa que gran parte de su comportamiento sigue siendo un misterio.
SL