Laura Novoa habló varias veces de su separación de Mario Segade, un famoso escritor al que conoció cuando trabajaron juntos en Polka. Pero ahora, la actriz fue un poco más allá y dio datos secretos de lo que ocurrió en 2011, cuando todo voló por los aires.
“Traté de pasar la tormenta… Estamos como acercando un poco las aguas”, explicó en una nota con Karim González, en el programa radial Sola en los bares, sobre el padre de sus dos hijos, Mora (23) y Franco (18).
“Pude decir de alguna manera que era actriz, que estaba laburando, que era madre de dos hijos y que tenía que mantenerlos. Con las características de mi separación que ha sido una separación difícil, como tiene la mayoría de las mujeres”, relató Laura sobre sus peores días.
“No tenemos buena relación, aun ahora. Me hubiera gustado. Yo soy como más idealista, me hubiera gustado como poder compartir más livianamente los cumpleaños, seguir charlando como hermanos, están las fiestas de los chicos y creo recién ahora después de que pasó tanto tiempo, estamos como acercando un poco las aguas”, sumó y dejó mal parado a Segade.
“Pasa mucho, que las mujeres cuando nos separamos, tenemos la mayor responsabilidad con respecto a la crianza y la mayor presencia. También lo económico fue complejo para mí. Por suerte ahora creo que los derechos de las mujeres están siendo como más reconocidos, pero siempre a mí me asustan los conflictos, no me gustan”, afirmó Novoa.
“Voy por otros lados y la verdad es que me cuando me separé del padre de mis hijos sentí que lo único que me interesaba era cuidarlos a ellos y cuidar mi trabajo. Imagino que a muchas mujeres les debe pasar, eso de sentirse como un barco un poco a la deriva, donde agarraba con una mano a los hijos y con la otra el trabajo”, siguió.
“Porque también mi trabajo, además de ser mi pasión, es lo que me da de comer. Traté de pasar la tormenta. Y siento que ahora que mis hijos están grandes, será la edad, los hijos que crecieron, o la madurez, pero siento que ahora es como el momento de descansar. ¿Si del otro lado hay otra postura? Ya no me importa. También los chicos son grandes y dejé de pedir las cosas que sentía que tenían que ser”, terminó.