A falta de una jornada de operaciones para que cierre el mes, el Banco Central volvió a vender dólares para equilibrar el mercado. Ayer, en total, fueron u$s64 millones, y el saldo mensual quedó negativo en u$s100 millones.
Si hoy no se revierte esa ecuación, el BCRA tendrá su segundo mes consecutivo con saldo en rojo. En junio había sido por u$s88 millones.
El Banco Central pierde reservas
No se trata de resultados imposibles de sostener, pero en el mercado dan cuenta de que las ventas de divisas se dieron durante la época de la cosecha gruesa, estacionalmente favorable a la compra de dólares. Y no de ventas.
Hay otra cuestión: a estas ventas deberían sumarse la cantidad de dólares que el BCRA pierde de embolsar por el canal del dólar “blend” y también por las intervenciones en el CCL anunciadas hace un par de semanas.
No hay información oficial de estas últimas ventas, pero una estimación de PPI (Portfolio Personal Inversiones) la sitúa en unos u$s260 millones desde mediados de julio.
Las reservas del BCRA cerraron la jornada por debajo de los u$s27.000 millones (u$s26.992 millones), el nivel más bajo desde febrero último.
Dólares e inflación a la baja: el cepo, en la mira
La contracara de las intervenciones en el mercado es el descenso de la brecha cambiaria. A falta de una sola jornada de negociaciones, la cotización del CCL ya se redujo en un 6,3% y ayer terminó en $1.265. Por su parte, el dólar MEP cedió el 5,9% a lo largo de julio y ya está en los $1.265.
Esta baja es especialmente buscada por el Gobierno. Con una brecha más contenida, la apuesta a una desinflación de la economía cobra vigor.
De hecho, ayer el ministro Luis Caputo les reveló a agentes del mercado que se reunieron con él en el Palacio de Hacienda que el índice de precios de julio será el más bajo del año. Hasta ahora, el piso de la inflación fue el 4,2% de mayo.
La consultora Eco Go proyectó que el IPC de este mes se ubicaría en torno del 4,1%. En alimentos y bebidas, la inflación estaría más abajo, cerca del 3,5%.
Las dudas en el mercado, en todo caso, refieren al costo y a la sostenibilidad de este camino.
Javier Milei ya dijo que cuando la inflación baje al 0% mensual, entonces estará en condiciones de levantar el cepo cambiario.
Desdoblamiento cambiario: nueva propuesta para suma reservas
El economista jefe de la Fundación Mediterránea, Jorge Vasconcelos, piensa que la mejor opción por delante, teniendo en cuenta el contexto macroeconómico y financiero, sería un desdoblamiento del tipo de cambio.
Vasconcelos cree que sería la fórmula menos dolorosa para que el Banco Central vuelva a comprar dólares.
Como la mayoría del gremio de los economistas profesionales -que observan un cortoplacismo en la dinámica del ventas de dólares por parte del BCRA- y que entonces se hace necesario una segunda etapa, un plan de estabilización, que ponga a la economía en otro plano, de largo alcance.
A diferencia de quienes proponen una salida rápida de las regulaciones cambiarias, en Mediterránea ven en el desdoblamiento del tipo de cambio -entre comercial y el financiero- como la manera más virtuosa de volver a un camino sostenible.
Vasconcelos, no obstante, no se atreve a estimar cuál debería ser el valor del dólar al que los exportadores dejarían fluir la oferta de divisas, que también debería servir para el aliento de inversiones en moneda dura.
Para la mayoría de los economistas, ese dólar “oficial” debería estacionarse por debajo de lo que vale hoy el MEP o el CCL, que se ubican apenas por debajo de los $1.300. Es decir, que con un desdoblamiento no sería necesaria un salto cambiario de proporciones, que signifique un nuevo golpe sobre la actividad económica y los ingresos de las familias, por el rebrote inflacionario.
“El riesgo que tenemos ahora es que el tipo de cambio se siga atrasando y que el Fondo Monetario nos pida flotar antes de fin de año, con tal de cerrar un acuerdo”, dice Vasconcelos.