Guadalupe Tagliaferri es parte del sector del Pro que es crítico y mantiene su independencia frente a la política de La Libertad Avanza. En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3), la senadora criticó a los referentes de su espacio que “se maneja con la ética de la conveniencia” y cambian de parecer en base a especulaciones electorales. ”Las cosas que nos parecen bien o mal no pueden cambiar según quién esté gobernando”, afirmó.
Guadalupe Tagliaferri es senadora nacional del Pro por la Ciudad de Buenos Aires. Fue vicepresidenta del Senado entre 2021 y 2023, ministra de Desarrollo Humano de la Ciudad en 2015, presidenta del Consejo de los Derechos de Niños y Adolescentes en 2013, y subsecretaria de Promoción Social en el 2011.
Usted es una de las parlamentarias “rebeldes” del Pro, por decirlo de alguna manera. Me refiero a que es de los que no se alinean 100% con la política del Presidente. ¿Qué significa para usted tomar las convicciones como elemento fundamental de la toma de decisiones en la política?
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Es la forma en la que yo entiendo que uno tiene que hacer política. Uno puede negociar, acordar, discutir, buscar consensos, entender situaciones críticas, pero hay algo que tiene que ver con las convicciones, con los valores de la Argentina en la que uno cree, yo me paro desde ahí. Yo lo que siento es que sigo pensando y actuando de la misma manera que siempre lo hice en mi trayectoria, dentro de un partido que defendía la obra pública y las instituciones, criticaba los agravios, creía en la república. Sigo estando en el mismo lugar y con esas mismas convicciones.
¿Cómo ves a tu partido, el Pro, en ese contexto? ¿Creés que, siguiendo a Max Weber, está más cerca de la ética de la responsabilidad que de la ética de las convicciones?
Lo vengo diciendo hace un tiempo, lo veo mareado, confundido. Nunca estuve de acuerdo con un partido que le entrega banderas a La Libertad Avanza solo con la excusa de que “son el cambio”.
Cuando uno lee las noticias de los últimos días, bueno, hace un mes estaba el partido todos 100% de acuerdo con el Gobierno. Ahora, como no nos dan los cargos que queremos y se viene la elección del año que viene, bueno, volvemos a estar distanciados. Hace un año la obra pública y la educación pública estaban bien, hace tres meses estaba bien recortarla, ahora hay un límite y hay que defenderla. Un poco confuso. Se decidió entregar el partido a La Libertad Avanza.
No creo en la Argentina que nos propone La Libertad Avanza. Puedo compartir la necesidad del equilibrio fiscal, tener las cuentas ordenadas, pero no creo en lo que viene además de eso con LLA. Creo que el Estado tiene un rol fundamental en equiparar las líneas de partida, en hacer y acompañar a que las empresas puedan exportar mejor. Creo en eso, y creo que nuestro partido, el Pro no defiende más todo lo que creía, o lo va defendiendo por momentos según cómo venga la estrategia electoral, según la negociación de cargos, etc. Eso no es ética de la responsabilidad, es ética de la conveniencia.
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¿Cómo imaginás el escenario electoral del año que viene? ¿Qué creés que haga Horacio Rodríguez Larreta, que es un referente de tu mismo pensamiento?
Me parece que falta tiempo, las cosas no están claras. Claro que todos los que trabajamos en política entendemos la importancia de los espacios electorales, como la posibilidad de ganarlos para dar las batallas que uno cree que son las correctas.
Me parece que todavía estamos lejos de poder discutir esto, me parece que tampoco hay que hacerlo de cara a la sociedad. Argentina tiene un exceso de discusión política todo el tiempo.
Yo, Guadalupe Tagliaferri, tengo una definición clarísima, que no voy a ir en ninguna lista de La Libertad Avanza. Porque no me representa y porque no voy a defender esas banderas. Y además creo que esto es un proceso de largo plazo. En definitiva, el país también discute sus destinos. Es un proceso de construcción más lento y más largo.
Alejandro Gomel: ¿Considera que Patricia Bullrich sigue siendo parte del Pro, con lo que eso significa, más allá del carnet de afiliación?
Es como decís vos, no importa si tenés una ficha de afiliación o no. Lo que plantea Patricia Bullrich de ninguna manera está en ninguna de las cosas que alguna vez el Pro supo defender. Lo que sí le respeto a Patricia es que no está en las medias tintas. Yo puedo no compartir su modo, pero el día que decidió dónde ubicarse no se puso a especular, como hacen otros sectores del Pro, que se la pasan “voy pero no voy”, “estoy pero no estoy”, etc.
Patricia tiene una incoherencia en los valores, pero sí define que está ahí y en eso es coherente. No soy quién para definir si está dentro del Pro o no.
La agresión yo no la justifico porque alguien sea sincero o no, la división de poderes la defendimos siempre, la obra pública sin corrupción la defendimos siempre. El Estado como un organizador de algunas cuestiones en la sociedad lo defendimos siempre, creíamos en el Estado. Hay muchos que no piensan en lo que pensaban, o lo que siempre supimos ser, o lo que estaba en nuestras bases de construcción política.
AG: ¿Dónde cree que está hoy Mauricio Macri respecto a esa identidad política?
Me parece peligroso que un partido que se supo conformar con hombres y mujeres que venían de otras trayectorias políticas, o incluso que ingresaban por primera vez a la política, como un espacio plural, de discusión y de convergencia esté en lo que está hoy. Hoy el Pro se mueve de acuerdo al humor y los dichos del presidente del partido, y eso no me parece constructivo en un partido político. Se mueve según lo que Mauricio dice o no en cada una de sus declaraciones.
Estas últimas 48 horas aparecen disidencias, porque se vienen las elecciones, etc., pero la semana pasada defendían todo lo que hacía el Gobierno. La verdad no sé que es lo que quieren representar.
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Elizabeth Peger: ¿Usted cree que dentro del Pro Mauricio Macri es una de esas personas que especula, a diferencia de Bullrich?
Claramente. Y por eso llegó a esta situación.
EP: ¿Los gobernadores también?
Creo que los gobernadores tienen otra responsabilidad, que es la de gobernar. Tienen complicaciones en sus administraciones locales producto del desmadre de la economía durante el gobierno anterior, y necesitan mantener una conversación con el Gobierno. Tienen una ciudadanía y una provincia entera para resolver los problemas diarios de la gente, entonces, sus conversaciones son más institucionales.
Bueno, el presidente del Pro no tiene esa responsabilidad. Al menos yo leo así sus intervenciones en los medios, como todo el tiempo una especulación de si estamos o no estamos. Entendemos a los jubilados pero no acompañamos que se les recomponga el 8% que se les debe del mes de enero. Bueno, entonces no defendemos a los jubilados
EP: Este martes habrá una sesión muy importante de la Cámara de Diputados. Está puesto en discusión quizás uno de los temas que el Pro ha hecho bandera en los últimos años, una reglamentación diferente para los Decretos de Necesidad y Urgencia. ¿Qué cree que va a pasar con los diputados del Pro? ¿Cómo cree que será la discusión en el Senado?
Si seguimos la lógica de los proyectos que han presentado los diputados del Pro en distintos períodos, deberían acompañar que no sea posible que sea más fácil obtener un DNU que una ley.
Una ley tiene que ser aprobada por las dos cámaras. El DNU es una facultad que el parlamento delega al presidente por “necesidad y urgencia”. Es como muy raro, y siempre lo planteamos así, que con una sola cámara aprobándolo, tengamos en vigencia un DNU de una ley.
Espero que esto se ordene. Recordemos que el DNU es una facultad que uno de los poderes de la República le delega a otro por una cuestión de emergencia. Ahora se va a volver a regular esa delegación, y cuando se discuta en Senado espero que sea exactamente igual, que se modifique cómo delegamos ese poder.
Nos parecía mal antes y nos parece mal ahora. Las cosas que nos parecen bien o mal no pueden cambiar según quién esté gobernando. Y no porque antes lo hacían ahora tenemos que permitir que lo sigan haciendo, porque una democracia mejor supone instituciones sólidas. Supone que el DNU tenga que ser aprobado por las dos cámaras y no solamente por una.
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Usted habla con una sinceridad poco habitual en la política. Me permito reflexionar, porque lo que usted critica no es sólo un defecto de Mauricio Macri, sino que hay un 80% del Pro que actúa de la misma manera, estando la posición de usted y Horacio Rodríguez Larreta en minoría. ¿No estará usted en el partido equivocado, por decirlo de alguna manera? Jaime Durán Barba suele decir que él y Marcos Peña “pasteurizan” al verdadero Macri, porque en aquel momento, en 2015 y aún en 2017, un discurso como el actual de Milei no hubiese triunfado electoralmente, y ahora aparece el verdadero Pro y el verdadero Macri…
Puede ser. Es algo que reflexiono habitualmente, pero no creo que el Pro haya sido siempre esto.
Vos contaste al principio de esta entrevista mi trayectoria. Fui viceministra de Desarrollo Humano, el jefe de Gobierno era Mauricio, y construimos 75 centros de primera infancia en las villas de la Ciudad, con obra pública y creyendo que el Estado tenía un rol de los puntos de partida. Después viene la meritocracia, el esfuerzo y el trabajo, pero había una definición de un Estado equiparando las líneas de partida.
Yo trabajé y fui funcionaria de ese Pro. No sé si siempre fue así. No fui tan cercana a Mauricio como Jaime o Marcos Peña para darme cuenta de si eso era así.
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Sé que estamos en minoría. Sé también que el clima de época dificulta, por los modos, el tono, la frustración, la esperanza, dar estas discusiones que doy yo, pero es lo que yo creo, y es la Argentina con la que yo sueño y quiero seguir peleando.
Quizás no estemos de moda ahora, pero son mis convicciones y no tengo otras. Puedo entender los tiempos, los procesos, pero no creo que el Estado sea una asociación ilícita, ni que la gente tenga que conformarse con lo que le tocó al nacer, y sobre todo no creo en este cambio cultural que propone La Libertad Avanza que tiene que ver con eliminar por completo la creencia en el ascenso social. Hay un lugar donde lo que subyace es que “la Argentina no es viable si la gente cree que puede tener ascenso social”. Y yo sueño con una Argentina donde la gente tenga ascenso social.
FM