16/11/2024 19:35hs.
En tiempo de conflictos, de crispaciones, de discursos disruptivos y posturas agrietadas, Nueva Chicago continúa con su mensaje pacifista. En un encuentro de pesos pesado de la Primera Nacional, de chuchillo entre los dientes, pierna fuerte y tres expulsados, él prefiere dejar la violencia de lado y aferrarse a un mensaje de amor y Paz. Y claro, porque con el gol de Agustín, el Torito dejó atrás los cinco empates consecutivos, volvió a la victoria en el momento indicado, dejó en el camino a un gigante de la categoría como Quilmes y pasó a la semifinal del Reducido para seguir cultivando el sueño de volver a la Liga Profesional.
El gol de Chicago
Nueva Chicago –
El gol de Chicago a Quilmes
Después del golpazo que significó el tanto agónico frente a Brown de Adrogué y la frustrada final ante San Martín de Tucumán, sumado a las dudas que dejó en la primera instancia del Reducido (empate vs. Racing de Córdoba) y la ida en el estadio Centenario (0-0 y salvado por el penal que atajó Facundo Ferrero), el equipo logró levantarse, dio señales de vida y tuvo la actitud necesaria para despejar esos fantasmas.
El cambio de semblante llegó en el inicio del complemento en Mataderos. Luego de un primer tiempo en el que tuvo una postura pasiva, sin un horizonte claro y relegando el control de la pelota al Cervecero, Chicago encaminó la clasificación a partir de la aparición de Agustín Paz. Él dejó de lado las complicaciones que contó para dañar en la primera etapa, hizo borrón y cuenta nueva y metió un bombazo para abrir el marcador tras el rebote que dio Esteban Glellel.
El grosero error del árbitro
Nueva Chicago –
El árbitro se confundió, lo expulsó y no se quería ir de la cancha
Con el 1-0, el Torito jugó con la desesperación de un Quilmes que hizo mucho más sencillo el trámite para el local. Porque necesitado de dar vuelta la historia para avanzar de ronda, los del Sur perdieron la cabeza: Leandro Allende agredió a un rival y vio la roja y, poco más tarde, Santiago Moya lo siguió a las duchas por un golpazo, en el que también Evelio Cardozo la ligó de rebote.
Amor y Paz.
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