Hace un año sonó el teléfono de Marcelo Gallardo. El Muñeco atendió desde Yeda, una ciudad saudí a orillas del Mar Rojo. El número estaba agendado: era Enzo Pérez. La conexión entre Santiago del Estero y Arabia Saudita fue revelada, algunas horas después, por el propio futbolista, en medio de una conferencia que el mundo River no olvida, en la que el último ídolo anunció -o confirmó lo que ya se sabía- entre lágrimas su despedida del club de sus amores. Hoy, después de otra rueda de prensa santiagueña y después de ganar el mismo Trofeo de Campeones que había levantado aquella vez, EP mira su teléfono a cada rato esperando que el Muñeco le devuelva la llamada, pero ahora para volver a Núñez, como un niño que espera la llegada de Papá Noel en las vísperas de la Navidad. Y Papá Noel está a punto de llegar: Enzo y MG están a punto de reencontrarse en casa.
Enzo Pérez espera el llamado de Gallardo, el técnico que más lo marcó (Prensa River).
El mendocino hace un año le agradecía a la distancia al técnico más ganador de todos los tiempos -y también a Rodolfo D’Onofrio, el presidente que puso el gancho para traerlo desde Valencia- por haberle abierto las puertas para cumplir el sueño de toda su vida, que era ponerse la Banda. Ahora vuelven a abrirse las puertas, ésas que el mediocampista cerró después de lo que él mismo considerase una traición de parte de Martín Demichelis e incluso de algunos directivos que optaron en su momento por respaldar al actual deté de Rayados.
En el abrazo entre Gallardo y Enzo Pérez en el último Estudiantes-River se condensa una relación que le hizo ganar todo a River, dos tipos que juegan de memoria, que manejan los mismos códigos y que saben cómo bajar una línea, dos tipos de carácter fuerte que han tenido desde ya sus discusiones, sus peleas, pero que se valoran el uno al otro por la sinceridad para decirse las cosas. Apelando a esa cristalinidad es probable que, en la charla que tendrán por estas horas el entrenador y el excapitán, Gallardo le anuncie a Enzo que si regresa será para pelear por un lugar como uno más, que a punto de cumplir 39 años es posible que termine jugando menos de lo que le gustaría, como ocurrió con Leo Ponzio en la última temporada de su carrera, y que lo necesita a su lado adentro y afuera de la cancha. En cualquier caso, la temporada que tuvo en Estudiantes (solo faltó en cinco juegos y ganó dos títulos siendo figura) es una garantía para proyectar que elevará la competencia interna con el resto de los volantes, que no pudieron hacerlo olvidar…
El abrazo entre Gallardo y Enzo Pérez en el último Estudiantes-River. (Juano Tesone)
Desde que los caminos del Muñeco y el #24 se separaron a finales de 2022, los contactos entre ambos han sido breves pero significativos. Uno de ellos, de hecho, fue durante el período de temblores internos luego del off de Demichelis: EP buscó en el técnico que más lo marcó un consejo, al tiempo de que al otro lado del teléfono escuchó cómo se le abrían las puertas del Al Ittihad que dirigía Gallardo en esos tiempos. Para MG es una tranquilidad tener a alguien que habla su mismo idioma, y en este contexto es más bien una solución en términos grupales para reordenar una familia que todavía sufre las réplicas de aquel episodio que terminó alejando al último ídolo: la ascendencia de Pérez en el vestuario sigue siendo alta. Se notó luego del pasado cruce en La Plata, cuando el mendocino pasó más de media hora en el camarín visitante, pero también antes: los pocos referentes que quedaron en el plantel desde enero se juntaron más de una vez con él durante el 2024 y algunos, incluso, le pidieron que volviera aun con Demichelis para enderezar al grupo.
De descanso pasando las Fiestas en Maipú, Enzo mira el teléfono. Lo mira también todo su círculo, lo mira su familia, lo mira su hijo que se muere por volver a verlo con la Banda. En cualquier momento suena el llamado de Navidad que todos esperan en River.
El abrazo de Enzo Pérez con el Muñeco Gallardo (Juano Tesone).
Un inminente regreso que servirá para elevar la competencia
El inminente regreso de Enzo Pérez le servirá a Gallardo para elevar la competencia interna en un puesto que fue problemático desde que el mendocino se fue a fines de 2023: ni Rodrigo Villagra, ni Matías Kranevitter, ni Nicolás Fonseca dieron la talla para relevar al capitán. En todo caso, la posible vuelta de EP va de la mano con la resolución del futuro de los otros volantes centrales del plantel. Y algunos están más claros que otros.
El futuro de Nicolás Fonseca parece estar lejos de River. (Maxi Failla)
En cuanto a Fonseca, su 2025 parece encontrarse lejos de River: el ítalo-uruguayo no sumó ni un minuto desde su fallida inclusión en Belo Horizonte por la ida de las semifinales de la Libertadores e incluso terminó fuera de la lista de convocados en los últimos partidos. En ese sentido, la última imagen de NF, llevándose del Cilindro algunas camisetas de sus compañeros, se leyó como una despedida. Mientras descansa en Italia con su familia, el #4 sabe que le están buscando club: en los últimos días, fue ofrecido al Internacional de Porto Alegre…
Villagra, que aún con altibajos levantó su imagen en el tramo final del año (fue titular en los últimos ocho partidos), sí aparece en los planes de Gallardo de cara a 2025: salvo que el ex Talleres se vea involucrado en un movimiento brusco de mercado que además haga valer la altísima inversión que River hizo en él, RV se quedará a pelear. En el CT proyectan que, con una pretemporada larga que hasta acá no tuvo, Villagra puede mostrar su potencial.
Rodrigo Villagra se quedará a pelear. Prensa River
El caso que más incertidumbre reviste es el de Kranevitter: el Colo fue el primer 5 elegido por MG desde su regreso, pero post Mineiro no volvió a jugar. Aunque su caso es distinto al de Fonseca: su valor como referente y el conocimiento que tiene de él el propio entrenador pueden darle otra chance. Dependerá de Gallardo…
El futuro de Kranevitter dependerá de la decisión de Marcelo Gallardo (Marcelo Carroll).