Furia es una de las participantes favoritas del público de Gran Hermano. Gran parte de su fama se debe a su arrasadora personalidad, pero, detrás de su buena onda y energía, oculta un tortuoso pasado. Llorando desconsolada, contó su historia de vida.
Juliana estaba charlando con Lucía y decidió abrir su corazón. Scaglione remarcó que desde muy chica tuvo que remarla e intentar salir adelante por sus propios medios. Además, sostuvo que está la condicionó con respecto a lo que ella le gustaba hacer, que era entrenar.
Entre lágrimas, la competidora del reality dijo: “No tenía para comer porque tenía que pagar cosas de mi papá. Yo comía arroz y huevo, comía mucho arroz. Un día me puse re mal y les dije a mis compañeros: ‘No tengo comida para competir, quiero competir y no puedo’”.
Por otra parte, señaló que no dejó atrás sus sueños, pero que le costaba mucho llevarlos a cabo debido a lo poco que comía: “Siempre seguí entrenando. Estaba pasando un momento re de mier… Mis hermanos no me hablaban. Me re enojé porque dije ‘¿por qué tengo que pasar por esto, por qué la vida me castiga?’”.
LA REFLEXIÓN DE FURIA TRAS CONTAR SU HISTORIA DE VIDA
Pero hoy en día Furia está agradecida con la vida, ya que siente que tiene una oportunidad de oro al haber ingresado a Gran Hermano: “Yo no puedo creer que estoy acá, que es un lugar re caro. Tengo una pileta a disposición, tengo un gimnasio entero. Y eso sale oro”.
Para cerrar, la concursante del programa que conduce Santiago del Moro se refirió a que hay que ser agradecido con las cosas, a cusa que hay gente que no tiene nada. “Hay gente que no valora, como hace la vieja de mier… esta. Y eso no me gusta”, afirmó.