Para este fin de semana largo, muchas personas buscan una escapada corta, pero que cuente con un pintoresco ambiente para pasar el día y distender la mente. Uno de los destinos más elegidos es Uribelarrea, ubicado en el partido de Cañuelas, a tan solo una hora y media de Capital Federal. Este pueblito cuenta con una gran variedad de espacios gastronómicos y una rica historia narrada en las paredes de sus antiguos edificios de principios del siglo XX.
Uribelarrea es un pintoresco pueblo que tuvo su auge en la década del 30, cuando se caracterizaba por su producción lechera, lo cual generó que se instalaran tambos y queserías a cargo de inmigrantes vascos e italianos. Es por eso que es un excelente lugar para disfrutar de quesos y embutidos. Por su aspecto antiguo, allí se filmaron varias películas del cine nacional como Juan Moreira de Leonardo Fabio, Evita de Alan Parker y algunas escenas de El ciudadano Ilustre de Mariano Cohn y Gastón Duprat.
Uno de los puntos claves de este destino es la vieja estación de tren, inaugurada en 1892, donde los turistas pueden ir a tomarse excelentes fotografías. Para los fanáticos de los vehículos de campo, el pueblo también cuenta con el Museo Regional de Maquinaria Agrícola Leopoldo Rizzi, el cual tiene una variedad de implementos agrícolas en exhibición, como la desgranadora de maíz, una guadañadora, un rastrillo de varias y muchas otras herramientas del siglo pasado.
Pero también es dueño de un gran espacio verde a su alrededor, como el Túnel Vegetal, un arco natural de árboles que cierra las vías del tren y forma una galería de 200 metros de largo. Es ideal para caminar, pasear en bicicleta y capturar grandes postales al atardecer.
No obstante, al atravesar su momento de auge, Uribelarrea se transformó en un polo gastronómico. A lo largo de la avenida Valeria V. de Crotto se encuentra gran parte de la vida de este pueblo que cuenta con una variada oferta gastronómica, ideal para deleitarse durante el fin de semana en familia, con amigos o en pareja. También encontrarán distintos comercios y casas de antigüedades para un agradable paseo en el tiempo.
Una de las grandes opciones para disfrutar del fin de semana largo es Doña Helena, un restaurante cuyos platos están inspirados en la abuela Helena, quien no se vinculó con la gastronomía, pero tenía una gran pasión por la cocina. Sus encargados, Julieta Banegas y Ariel Aguilar, invitan a los turistas cada fin de semana a pasar una agradable tarde familiar durante el mediodía y tarde, y una romántica cena por la noche.
“Las recetas que son al plato son recetas de Helena. Tenemos unos estofados de osobuco y unos raviolones de cordero. Servimos, también, parrillada. El asado es a la leña y es lo que más nos destacan los clientes”, señaló Julieta en diálogo con LA NACION.
Durante la tarde, los visitantes tienen la opción de degustar deliciosas tortas horneadas en el día para la merienda y, en el caso de asistir con hijos, el lugar cuenta con un gran parque al aire libre para que salgan a jugar. “De noche preparamos el parque con velitas, las mesas debajo de los árboles. En los detalles está la diferencia. De noche es algo más íntimo. Es gente de cita porque es mucho más tranquilo”, agregó Benegas.
Un lugar histórico para visitar es El Palenque, construido en 1890, el mismo año en el que se fundó Uribelarrea. Este lugar fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural del partido de Cañuelas y está ubicado en frente a la plaza del Centenario. Ya su fachada y entrada habla de la cantidad de historia que lleva consigo, pero también el interior de sus paredes invitan a un viaje en el tiempo, cuando recién se formaba este pueblo.
Los visitantes quedan asombrados no solo por la cantidad de antigüedades que se conservan en perfecto estado, sino también con la propuesta gastronómica que ofrecen. Desde el 2011, Karina y sus socios se hicieron cargo de este lugar con una puesta en valor con el fin de “transmitir nuestras costumbres y tradiciones”, según explicó su dueña en diálogo con LA NACION.
“Queríamos mantener vivo este gran patrimonio nacional. Cada fin de semana le damos nuestra impronta al lugar con nuestra gastronomía. Estamos en los detalles como la música, la comida y el servicio. Queremos que todos vengan a disfrutar”, añadió.
Sus clientes van a buscar la carne al asador como vacío, bondiola, chorizo y morcilla, pero también se pueden encontrar con empanadas cortadas a cuchillo, pastas caseras y flan casero de postre, que esconde un secreto en su dulce de leche.
Actividad al aire libre
Entre comida y comida, Chakra Raíz (@chakra.raiz.uribe en Instagram) es una gran opción para visitar en familia. Se trata de una granja agroecológica interactiva llevada adelante por Verónica Sotomayor, maestra rural, quien trabaja en conjunto con la Escuela Agrotécnica CEPT 33 (Centro Educativo para la Producción Total) y ofrece la posibilidad de estar en contacto con los animales y la naturaleza de una manera “respetuosa”.
“Es por eso que las visitas son con cupo reducido. Preferimos que venga menos gente, pero que realmente disfruten y tengan la paz del campo. Que puedan tocar la lanita de la oveja, darle la mamadera a un animal bebé, juntar los huevos y llevárselos, aprender de plantas medicinales y cómo nos curamos en el campo”, indicó Verónica en diálogo con LA NACION.
En el lugar hay conejos, gansos, burros, uno de ellos bebé, caballos, terneros, ovejas, cabras, codornices, pavos comunes y reales, estanque con peces, patos y cerditos. Algunos de los alumnos de Verónica son los guías de campo en este proyecto.
“Es muy lindo porque ellos les cuentan cómo viven en el campo y la gente, aparte de estar en contacto con animalitos y la huerta, y aprender de plantas medicinales; se van con el plus de que los chicos les cuentan su día a día y cómo es una escuela de alternancia”, explicó.
Por su acotado cupo se recomienda reservar un lugar con anticipación. Se puede acceder con alimentos como mate y algún acompañamiento para disfrutar de una tarde completa de campo.
Estas son solo algunas de las opciones con las que el turista se puede encontrar en Uribelarrea, un destino ideal para tomarse un momento de relajo y escaparse a solo una hora y media de la Ciudad de Buenos Aires.