La princesa Leonor aprovechó su estancia en Valparaíso, Chile, para salir a almorzar junto a varios compañeros guardiamarinas del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Lo hizo el mismo viernes de su llegada a Chile, aún vestida con su característico uniforme azul conocido como “14 botones”.
El destino elegido fue “Don Emelio”, un restaurante ubicado en Viña del Mar, a 15 minutos del puerto. La visita no estaba planificada, lo que generó sorpresa entre los propietarios del local, quienes describieron el momento como un “regalo” y lo compararon con “ganarse la lotería”.
Una parada inesperada con sabor español
Marcelo Assicie, dueño del restaurante, relató cómo la heredera al trono español llegó por casualidad al establecimiento. Según explicó, el grupo buscaba un sitio tranquilo tras 14 días de navegación y encontró en su local el ambiente ideal.
Privacidad, educación y menú con sabor casero
Para garantizar su comodidad, los dueños del restaurante cerraron una sección del local y pidieron a los comensales que no tomaran fotografías. Todos aceptaron con total comprensión. Assicie destacó que Leonor se mostró accesible y sencilla, a pesar de su posición, y valoró especialmente su simpatía.
El grupo degustó ceviche, pescado fresco y croquetas de mechada, uno de los platos más populares del lugar. Según el propietario, todos comieron bien y pagaron su parte, dejando una impresión imborrable entre el personal.
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“La princesa fue muy amable. Todo lo pedía por favor, agradecía constantemente”, expresó Assicie. Su esposa, de origen español, tuvo la oportunidad de fotografiarse con Leonor gracias a uno de los escoltas, quien se lo ofreció antes de que el grupo se retirara.
“Fue algo que nunca olvidaremos”, escribió el equipo del restaurante junto a una imagen compartida en redes, donde se ve a la princesa posando con dos compañeros, los dueños y el cocinero. “Comieron rico, compartieron en tranquilidad… y se fueron con una sonrisa”, agregaron.
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La protección de su intimidad, en el centro del debate
El gesto contrasta con lo ocurrido días antes en Punta Arenas, donde las cámaras de seguridad de un centro comercial grabaron a Leonor durante una salida. Las imágenes fueron filtradas a la prensa local, lo que motivó una queja oficial de la Casa Real por considerar la acción una vulneración inadmisible de la normativa de protección de datos. Al igual que la foto dada a conocer en su paso por Uruguay donde se ve a la princesa en bikini.
Este primer gran viaje a bordo del Juan Sebastián Elcano tiene por supuesto un regreso a Zarzuela, que intenta preservar la privacidad de la princesa. Al igual que su padre en el pasado, Leonor busca integrarse plenamente en su formación militar, con la aspiración de vivir esta etapa como una joven más.
Hasta el martes, la princesa permanecerá en tierra.Luego retomará la travesía con rumbo a Perú, en un viaje que, pese a las dificultades, ya deja postales únicas como la de su inesperado almuerzo en Viña del Mar.